3 tácticas para mejorar tu desempeño ESG ¡y mejorar tu calificación!

Aunque los rankings ESG suelen ser objeto de críticas podemos utilizarlos como herramientas para impulsar mejoras en nuestras prácticas de sostenibilidad. Te presentamos un enfoque práctico para no solo elevar tu posición, sino también avanzar hacia un futuro más responsable.

Sí, ya lo sé. Quienes trabajamos en sostenibilidad no nos fiamos de los rankings ESG. Porque se argumenta que no son confiables, que las métricas están sesgadas y que se basan en información cualitativa en lugar de evaluar el impacto real de las organizaciones. 

Sin embargo, estos rankings pueden ser de gran utilidad en ciertos contextos, para diferentes personas. Por eso, les propongo explorar cómo podemos aprovecharlos para mejorar las prácticas de sostenibilidad corporativa y, en consecuencia, mejorar nuestro desempeño ESG.

Pero… ¿de qué estamos hablando?

Los rankings ESG, o de criterios Ambiental, Social y de Gobernanza por la sigla en español, son herramientas que evalúan el desempeño de las empresas en áreas relacionadas con la sostenibilidad. Están principalmente dirigidos a brindar información complementaria a la financiera al público inversor.

Entre los rankings más populares se encuentran el de MSCI, que ofrece calificaciones ESG para miles de empresas a nivel mundial; Sustainalytics, que proporciona calificaciones y análisis detallados sobre el desempeño ESG de empresas y emisores de bonos; y el ranking ESG de la London Stock Exchange Group (LSEG), antes conocido como Refinitiv, que mide el desempeño, compromiso y eficacia de una empresa en 10 temas principales de sostenibilidad.

Para calificar el desempeño ESG de una empresa, estas entidades definen una serie de indicadores clave, como las emisiones de carbono, la diversidad en la junta directiva o si tienen o no ciertas políticas. A cada indicador se le asigna un valor determinado según su importancia y se aplica una metodología para calcular una puntuación general.

El proceso para calcular la posición dentro del ranking varía según la entidad que lo realiza pero siempre implica la evaluación de datos de diversas fuentes, en general públicas, como reportes de sostenibilidad, datos financieros, informes regulatorios, apariciones en medios, entre otros.

Beneficios de las calificaciones ESG para la sostenibilidad

Son varios los beneficios que podemos encontrar al utilizar los rankings ESG. Por un lado, el público inversor considera cada vez más las métricas ESG para tomar decisiones financieras. Y estas evaluaciones son una fuente de consulta confiable para este público, porque en general las realizan entidades que también diseñan rankings de temas financieros. En este sentido, la posición en un ranking ESG puede atraer la atención de inversores comprometidos con la sostenibilidad.

Estas herramientas, además, pueden funcionar como un indicador cuantitativo y objetivo del desempeño ambiental y social de una organización. Esto puede resultar útil para persuadir a quienes toman decisiones sobre la importancia de priorizar iniciativas sostenibles. Hablemos con sinceridad: un dato cuantitativo siempre viene bien para poder convencer a personas capaces de liberar un presupuesto o aprobar un proyecto.

Finalmente, los rankings ESG también ofrecen la oportunidad de compararse con otras empresas dentro de la misma industria en términos de prácticas sostenibles. Esto puede ayudar a identificar áreas de mejora y tomar decisiones informadas.

3 tácticas para mejorar la posición en un ranking ESG

Ahora sí. A continuación, tres prácticas útiles para mejorar la calificación en los ratings ESG:

  1. Análisis de brecha: comienza por examinar los indicadores utilizados en el ranking y comparar el desempeño de tu empresa con el de tus competidores. Esto te ayudará a identificar las áreas en las que tu organización está bien posicionada, aquellas en las que necesitas mejorar, y establecer objetivos claros y alcanzables para elevar tu posición en el ranking.

  2. Alimentar la máquina: aunque muchas calificadoras poseen mecanismos automatizados de análisis y recopilación de datos para elaborar los rankings, a veces no conocen o no tienen acceso a toda la información. Por eso, el segundo paso se trata de identificar aquellos indicadores que en el ranking aparecen sin información, pero que tu empresa posee, y completar los datos de forma manual. 
  3. Plan de acción: con una comprensión clara de tus brechas y objetivos, y habiendo completado los indicadores vacíos, llegó la hora de desarrollar un plan de acción detallado. Esto puede incluir medidas a corto plazo para abordar áreas de mejora inmediatas, así como iniciativas a largo plazo para implementar cambios más significativos y de mayor impacto.

Ya lo sabes. Incluso si el impulso inicial está centrado en ganar posiciones en un ranking ESG, las acciones que se emprenden con ese fin pueden trascender el objetivo inicial y generar un impacto positivo real en las personas, la economía o el ambiente.

Max Bensimon

Sobre done!

done! es una agencia estratégica de sustentabilidad con la misión de usar la creatividad para potenciar el impacto positivo de los negocios en el ambiente y las personas. Entre sus servicios ofrece estrategia de marca sustentable, análisis de doble materialidad y Reportes ESG.

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Sobre Max Bensimon

Especialista en reporting, estrategia y creatividad orientada a la sustentabilidad.
Director de estrategia de done! con más de 10 años de experiencia en elaboración de reportes de sustentabilidad bajo estándares internacionales como GRI, SASB y normas locales.
Licenciado en Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires.

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